Peña Mayor es el monte más elevado de la Sierra de la Magdalena o Montes de la Peña. Su cumbre es una alargada y estrecha cresta de una longitud de aprox. 1,5 km. que se extiende de oeste a este de acuerdo con el sentido en que la vamos a recorrer.
Peña Mayor se encuentra en la parte más oriental de la montaña, luego para alcanzar la cumbre hemos de atravesar la penosa y larga cima kárstica repleta de enormes piedras cubiertas de matojos que la forman. Su andadura es algo desagradable, saltando de piedra a piedra asegurándonos con las ramas de los árboles a veces, y en ocasiones descendiendo a la vertiente norte donde el bosque ofrece una andadura menos peligrosa. Monte aconsejable solo a montañeros con pantalón largo.
Aparcamos en la plaza del pueblo de Cadagua, que da nombre al río que nace en sus cercanías. Primero iremos a ver el nacimiento del río Cadagua con sus cascadas iniciales. Desde Cadagua, siguiendo el camino al lado de la iglesia, a unos 650 mts, después de pasar dos vallas de tubos verticales, nos encontraremos con el nacimiento del rio Cadagua.
Luego retornamos al pueblo y tomamos dirección sur hacia la sierra donde se encuentra el cementerio. Lo dejamos a nuestra derecha y progresamos de frente a la sierra pasando primero por el túnel debajo del ferrocarril de La Robla para a continuación enlazar la pista empedrada, que en dirección suroeste se dirige al Portillo de la Magdalena. Esta pista comunica sin dificultad el valle de Mena a nuestras espaldas con el valle de Losa al frente.
Muy cerca del portillo abandonamos la pista para tomar un sendero marcado, a nuestra izquierda, que asciende la ladera de la montaña hacia el término Los Portillejos. Descenderemos unos 40 m. por la vertiente sur de la sierra para superar por su base la cota 1086 (Proa) y la cota 1178 m. antecesora de Peña Grande. Pasaremos la pedriza que se extiende debajo de esas dos peñas para siguiendo los hitos, y superando una ladera muy empinada, ascender de nuevo al collado de Peña Mayor, en dirección este.
Comienza ahora la penosa travesía de 1 km de longitud que nos separa de la cima oriental de Peña Mayor (1.256 m), donde se encuentra el buzón. Este se encuentra escondido entre las hayas cimeras, plantado sobre una roca, y es complicado dar con él. Armarse de paciencia.
Cuando llegamos al buzón, contemplaremos a placer el valle de Losa y Mena, así como la prolongación de la sierra dirección este con las cumbres de Peñalba, Tres Dedos, y al fondo el Castro Grande.
Luego comenzamos bajada hacia el sur teniendo que destrepar una canaleta sencilla de nivel I. Bordeamos los escarpes rocosos por la derecha y bajamos al
Collado de Campos. Y descendemos por senderos marcados a ratos con hitos, que nos llevarán a enlazar con la pista que desemboca en
Castresana. Desde aquí un par de kilómetros a
Villaventin. Fin de ruta
Crónica de Rafa
El día era casi perfecto para una mañana montañera: nuboso y algo fresco al inicio, soleado, templado y con perfecta visibilidad desde mitad de jornada.
A las nueve todos en Cadagua, como debe de ser. Bueno, todos no. El Negro no pudo venir porque su suegro acababa de ingresar en Santa Marina. Deseamos una pronta mejoría a Pepín para que Alberto pueda acompañarnos en otras salidas (En el momento de repasar esta crónica, martes, 12, me avisa Alberto que su suegro ha fallecido: descanse en paz).
Con resaca luchadora del día anterior (8 de marzo), Carmen, Ana y Clara estaban dispuestas a pasar por el INFIERNO de la crestería de Peña Mayor anunciado por Carlos, y saltar por encima de todos los demonios si hiciera falta. Delante del cartel del nacimiento del Cadagua posaron diablos y diablas. Sólo faltaba el ejecutor del recuerdo, Ángel, tras la cámara, quedando patente el anuncio de la primavera en forma de arbusto florido…….
Los calores de la semana previa han disminuido el caudal de agua del Cadagua en su nacimiento, pero así y todo sigue siendo un rincón idílico la mezcla de las rocas veteadas de musgo, los arbustos pelados del invierno y la espuma en cascada del agua entre los guijarros claros del cauce.
Sobre lo previsto, incluso el cuarto de hora de retraso en la salida, el grupo, tras ver el nacimiento del río, acometió la llevadera subida al puerto de la Magdalena por el camino romano de piedra que, entre robles, encinas y espinos, emboca a la meseta dando vista al valle de Losa. Ni siquiera hizo falta que Vitín pusiera ritmo cansino a la fila y evitar que el vigor y los nervios de Raúl y Ana, por ejemplo, rompieran el compás armónico del grupo. Yo no estaba, por un supuesto quebrado menisco, pero a buen seguro que hasta Iñaki moderó sus ansias comunicantes para no romper la quieta paz de la mañana.
Tras llegar al Portillo de la Magdalena, tomamos dirección Este para comenzar el ascenso de las dos cimas del Portilejos (a las 11,25 h). Siguiendo los hitos y en fuerte ascenso llegamos al collado de Peña Mayor, donde comienza el verdadero infierno de piedra kárstica, arbustos, ramajes, incómodos trepes y destrepes. Para coger fuerzas nada mejor que un amaiketako al abrigo de una roca (11,54 h).
Y comienza el sufrimiento que dura algo menos de una hora: dudas, vacilaciones, Raúl e Iñaki delante con el track, Vicente de enlace y los de atrás por el hayedo siguiendo a Vitín ¿estamos perdidos?, aquí hay un hito, uff; cumbre a las 13,30 h. Carmen, me han dicho, acordándose de alguno de mi familia, buena gente, mejorando lo presente.
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| Vitín en Peña Mayor |
A partir de aquí, coser y cantar, en la bajada al valle de Losa. El gitano esperando a los conductores en la balsa cercana a Castresana para ir a por los coches (las 15 h), mientras el resto, pausados, llegaban a Villaventín y recibían lecciones de albañilería y construcción de Vitín observando la inacabada restauración de la casa de Juanjo Sansebastián; en particular lo que no hay que hacer, con algunas muestras a la vista.
Y a las 16 horas todos menos Iñaki, que bajó a Bilbao desde Cadagua, en el restaurante Moreno de Quincoces.
